A Paula le advirtieron que la cura tenía sus inconvenientes. Sí, dejaría de dolerle, ya no sentiría resentimiento, ni rabia, ni esa porquería de tristeza que la hacía quedarse pegada a cualquier escaparate sin mirar realmente nada (...)
Esa mañana se había puesto a llorar al ver el otro lado de la cama impecable y había decidido ponerse la revolucionaria vacuna. Un pinchadito en el brazo y se desprendería de ese maldito amor en desuso.
Durante dos años sentiría una placentera y gratificante Nada, rezaba el slogan. Pero tampoco amaría, le alertó el médico (...). No le hizo daño, como le habían prometido, sólo dejó en su brazo un circulito rojo que se le antojó con forma de corazón (...)
No sabe cómo, pero de repente se encontró hablando con el chico sentado en la barra (...). Se había equivocado, se había inmunizado a todo lo malo, pero también a todo lo bueno que pudiera ocurrirle. No le dio su número, para qué, porque durante dos largos e insulsos años Paula no tendría cobertura para nada ni nadie.
Esa mañana se había puesto a llorar al ver el otro lado de la cama impecable y había decidido ponerse la revolucionaria vacuna. Un pinchadito en el brazo y se desprendería de ese maldito amor en desuso.
Durante dos años sentiría una placentera y gratificante Nada, rezaba el slogan. Pero tampoco amaría, le alertó el médico (...). No le hizo daño, como le habían prometido, sólo dejó en su brazo un circulito rojo que se le antojó con forma de corazón (...)
No sabe cómo, pero de repente se encontró hablando con el chico sentado en la barra (...). Se había equivocado, se había inmunizado a todo lo malo, pero también a todo lo bueno que pudiera ocurrirle. No le dio su número, para qué, porque durante dos largos e insulsos años Paula no tendría cobertura para nada ni nadie.
Emily Loizeau - L ´autre bout du monde
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interesante blog, regresaré
ResponderEliminarQué bonita historia...aunque sea triste a la vez. Buen finde :)
ResponderEliminarmmmmm.....Yo me pido una vacuna de esas! Hoy es de esos días que me la pondría sin pensar!
ResponderEliminarUn beso
yo también :)
ResponderEliminarhe preguntado en la farmacia de abajo y están agotadas, cuando las reciban compro 2, vale?
un beso
los corazones verdaderamente grandes no se anestesian fácilmente con vacunas, así que a ti no creo que te hagan mucho efecto. en todo caso, seguro que las ganas de no sentir pasan pronto. hacerse amigo de la nada es un terrible desastre.
ResponderEliminaroooooooohhhhhh, me ha gustado mucho. :*)
ResponderEliminaryo no, yo no me la pido... qué tristeza de dos años!
ResponderEliminarpues yo sigo pensando, que me la pido!!! Si yo te contara!!
ResponderEliminarPero bueno, que no todo son penas... He llegado a las 3000 visitas y estoy de concurso, ya sabes donde apuntarte!
Un beso!!!
Ay me recuerda a la peli "Olvidate de mí", pero estar inmunizada contra todo sentimiento durante dos años...es demasiado. Yo me la juego y no me vacuno...
ResponderEliminarPreciosa la canción, voy a buscar mas cosillas de ella :)
Yo tampoco me vacuno aunque siempre hay dias que ni me lo pensaria, aun asi espero que esten agotadas para siempre en la farmacia, no me gustaria que no sietieras, sin sentimientos no podrias hacer las obras de arte que haces, un besito guapa
ResponderEliminarEl texto es muy lindo pero la foto me ha tocado de verdad. Es preciosa y super rom�ntica.
ResponderEliminarNo sabes de quién es la foto, please? ;-)
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